miércoles, 1 de febrero de 2017

¿Benny Hinn es mismo un profeta de Dios?


Cuando se pregunta a los jóvenes predicadores acerca de quienes les sirve hoy día de modelo ministerial, ellos difícilmente citan nombres como Billy Graham o David Wilkerson, sino Benny Hinn y sus amigos. No hay en todo mundo un predicador (¿predicador?) tan renombrado como él. Sin embargo, ¿es Benny Hinn un profeta de Dios o alguien que expone verdaderamente la Palabra del Señor? ¿O es un falso profeta, animador de platea, quien solo manipula la gente? En cuanto a sus predicaciones (¿predicaciones?), ¿estas suelen tener contenido evangelizador? ¿Enfocan ellas el nombre de Jesús?

Como se sabe, el punto alto de las ministraciones de Benny Hinn son algunas manifestaciones extrañas que ocurren —según él mismo— bajo una “nueva unción” que está sobre su vida. Hay casos donde una gran cantidad de personas son derribadas a la distancia, curiosamente de la misma manera que ocurre en algunas sectas anticristianas. El “predicador” da un grito mirando la gente —ciertamente sugestionada—, y esta no soporta la “pelota de fuego de Jehová” y desmorona.

¿Qué es el “caer en el Espíritu”?

Las opiniones sobre éste son muy divergentes en el mundo cristiano. Los imitadores de Hinn han afirmado que no se puede limitar el poder de Dios y defienden con vehemencia la aludida “unción” sin límites. Algunos llegan al punto de llamarla de “la unción de la locura de Dios”. Otros, sin embargo, consideran muy grotesco el hecho de alguien caer al suelo, contorcerse etc. Esta discusión es tan polémica que debe ser abordada de manera franca, objetiva, pero, arriba de todo, a la luz de la Palabra de Dios.

¿Cuáles son las argumentaciones bíblicas (¿bíblicas?) de quienes defienden el “caer en el Espíritu”? Resumidamente, estos dicen que en Génesis 2.21 Dios hizo Adán dormir para darle una nueva unción: “¿Por qué Él no podría hacer lo mismo, hoy, a fin de llenar el creyente de su poder?” Argumentan todavía que, de la misma manera, Abraham oyó el Señor hablarle mientras estaba caído, tras entrar en profundo sueño (cf. Génesis 15.12). Finalmente, dicen, que Daniel, Saulo y Juan asimismo cayeron bajo el poder de Dios (cf. Daniel 10.8,9; Hechos 9.4-8; Apocalipsis 1.17).

En el primer ejemplo, Dios no hizo Adán dormir a fin de darle poder o más unción, como se piensa, sino para formar la mujer (Génesis 2.22). ¡Una circunstancia muy especial! En el caso de Abraham, es buen que se diga que su sueño no fue proveniente de Dios. Él estaba cansado, tras quedarse en pie esperando una respuesta del Señor, que vendría por medio de una antorcha de fuego, y acabó durmiendo (Génesis 15.13-21). En cuanto a las caídas de Daniel, Saulo y Juan, también no propician buenos argumentos en abono a la “nueva unción”. Daniel contempló una gran visión, tras desayunar durante tres semanas (Daniel 10.1-3); Pablo vio una fuerte luz, que le cegó los ojos (Hechos 9.8,9); y Juan no soportó estar en pie porque vio Jesús en su gloria (Apocalipsis 1.10-18).

No hay duda de que ninguno de los pasajes mencionados —tras un examen exegético— ofrece una autenticación bíblica al “caer en el Espíritu” o al “dormir en la presencia de Dios” para recibirse una “nueva unción”. En todos estos casos citados sería imposible permanecer en pie, pero las caídas ocurrieron en circunstancias muy excepcionales. Además, observe que ningún siervo de Dios fue echado al suelo por Él, sino cayeron al perder las fuerzas ante la presencia real del Señor.

Por lo tanto, los textos empleados en abono al “caer en el Espíritu” son inconsistentes a la luz de sus contextos. Y usarlos en beneficio de la “nueva unción” es forzar la Biblia a decir lo que jamás dice. Según las Escrituras, el deseo de Dios es que sus siervos siempre estén en pie (Ezequiel 2.1; 11.1; Marcos 10.49; Efesios 5.14). En contraposición, los Evangelios muestran que al Diablo le gusta echar la gente al suelo (Marcos 9.17-27; Lucas 4.35).

Aunque en todo el Nuevo Testamento no vemos Jesús y sus apóstolos imponiendo las manos sobre personas a fin de derribarlas, el “caer en el poder” ha ocurrido en muchas iglesias alrededor del mundo. Y, curiosamente, algunos que ministran esa “nueva unción” emplean una estrategia que los denuncia: ellos sostienen las personas sugestionadas con una de las manos en sus espaldas y empurran sus frentes con la otra mano, haciendo con que la caída de ellas sea inevitable. Pero bueno, si alguien cae de poder, ¿por qué es necesario forzar su caída?

Conozcamos Benny Hinn

Benny Hinn es un recordista en venta de libros que ha visitado varios países en Latinoamérica, “ministrando milagros” a través de soplos y golpes de su “ropa mágica”. Él ha llevado inúmeras personas a caer al suelo supuestamente por el poder de Dios —hay muchos videos en canales de YouTube donde se puede ver hasta filas de personas quienes desean recibir el golpe de su “ropa mágica” o su soplo—, pero no ha predicado las Escrituras, lo que no lleva inevitablemente a considerar con atención la pregunta: ¿Es Benny Hinn un profeta de Dios?

Pensemos: si de hecho la unción de Dios está sobre Benny Hinn, ¿por qué él no levanta uno paralítico siquiera, en sus cruzadas de “evangelización”? Cuando anduvo en la tierra, Jesucristo levantó varios paralíticos y no derribó a nadie. Hinn, con todo, aunque derribe miles de personas, ¡no ha levantado ningún paralítico! Además, el Señor jamás hizo propaganda de los milagros que realizaba, dando toda gloria a Dios Padre. En el caso de Hinn, todos los reflectores, luces y cámaras están vueltos a él.

Infelizmente, muchos creyentes, por no conocieren toda la verdad acerca de Benny Hinn, lo consideran un “verdadero dios” que vino al mundo, un profeta del Altísimo, especialmente ungido hacia los últimos días. Sin embargo, los hechos descritos abajo son duras realidades, que deben ser consideradas por quienes ciegamente han seguido a las doctrinas, conducta y postura de ese pretenso profeta de Dios:

1. Hinn declaró que Jesús “asumió la naturaleza de Satanás, para que todos cuantos tenían la naturaleza de Satanás pudiesen participar de la naturaleza de Dios” (HANEGRAAFF, Hank. Cristianismo em Crise, Rio de Janeiro: CPAD, 1996, p. 166).

2. Él afirmó asimismo que el Espíritu Santo le reveló que las mujeres fueron originalmente criadas para dar a luz por el lado de sus anatomías. No obstante, por causa del pecado, ellas pasaron a dar a luz por la parte más baja de su cuerpo (HANEGRAAFF, p. 373).

3. Hinn ha enseñado que el hombre es un pequeño dios andando por la tierra. Y afirmó: “Yo soy ‘un pequeño mesías” caminando sobre la tierra” (HANEGRAAFF, p. 119). Él aún aseveró que el ser humano, en principio, sobrevolaba la tierra, así como los pájaros. Adán podía —según él— volar hasta la Luna: “Adán era un superhombre (...) solía volar. Naturalmente, ¿como podría tener dominio sobre las aves, sin ser capaz de hacer lo que ellas hacen?” (p. 128).

4. Hasta hoy, Hinn suele visitar los túmulos de dos santas mujeres, Kathry Kuhlman y Aimee S. McPherson, a fin de recibir la “unción” que fluye de sus huesos (HANEGRAAFF, p. 373). Y más: en su superventas Good Morning, Holy Spirit (p. 56), él afirma que, en una de sus supuestas conversas con el Espíritu Santo, el Consolador habría implorado a él que permaneciese en su presencia: “Hinn, por favor, más cinco minutos; solo más cinco minutos”. Ahora bien, ¿no somos nosotros que debemos implorar por la presencia del Espíritu? Él ha enseñado aún que la Trinidad es compuesta de nueve personas, pues el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo poseerían, cada uno, espíritu, alma y cuerpo (HANEGRAAFF, p. 375).

5. Al ser criticado, Hinn dijo que le gustaría tener “un arma del Espíritu” para explotar la cabeza de sus críticos. Además, él ha proferido palabras funestas en contra quienes han osado refutar sus herejías. Las amenazas abajo, extraídas asimismo de HANEGRAAFF (p. 376), fueron dirigidas al Instituto Cristiano de Investigaciones de los Estados Unidos:

“Ahora, yo estoy apuntando mi dedo hacia ustedes con el tremendo poder de Dios sobre mí... ¡Escuchen esto! Hay hombres y mujeres en el sur de California me atacando. Es bajo la unción que les hablo ahora. Ustedes colleran lo que están sembrando en sus propios niños si no pararen... Y sus hijos e hijas sufrirán” [...] Ustedes están me atacando en el radio todas las noches —ustedes pagarán y sus niños también. Escuchen esto de los labios de un siervo de Dios. Ustedes están en peligro. ¡Arrepiéntanse! O el Dios Altísimo moverá su mano. No toquéis en los mis ungidos...”

6. Hinn concordó en sacar algunos errores del libro Good Morning, Holy Spirit, tras uma conversa con el apologista Hank Hanegraaff (presidente del ICP de los Estados Unidos), en 1990. Y, en el año siguiente, admitió sus errores y prometió hacer cambios en sus escritos. Sin embargo, después de algunas semanas, volvió a sus prácticas antiguas (HANEGRAAFF, p. 375). Defendiendo la Teología de la Prosperidad, por la cual ha afirmado que la pobreza es una maldición, declaró que Job era carnal y malo (p. 103), ignorando el enfático testimonio de Dios acerca de su siervo (cf. Job 1.8).

7. Defensor asimismo de la perniciosa doctrina de Confesión Positiva, declaró: “Nunca, jamás, en tiempo alguno, van al Señor y digan: ‘So fuere de tu voluntad...’ No permitan que estas palabras destruidoras de la fe salgan de la boca de ustedes”. (HANEGRAAFF, p. 295). Hinn ignora el hecho de el propio Jesucristo haber enseñado y empleado esta forma de oración (Mateo 6.10; 26.39). Por lo tanto, ¿es Benny Hinn un profeta de Dios? Antes de responder a esta pregunta tan desafiadora, lea atentamente Mateo 7.15-23 y juzgue todo lo que fue aquí escrito según la recta justicia (Juan 7.24), posicionándose con sinceridad e imparcialidad.

Ciro Sanches Zibordi

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